Definitivamente no creo en la monogamia.
Es biológicamente imposible estar enamorado de una persona para siempre. Se ha estudiado la “química” del amor, y está comprobado empíricamente que la atracción bioquímica entre una pareja decae a los 2 o 3 años como mucho.
La fase de atracción no dura para siempre. La pareja, entonces, tiene dos opciones: separarse o habituarse a manifestaciones más tibias de amor -compañerismo, afecto y tolerancia-.
¿Por qué?
Con el tiempo el organismo se va haciendo resistente a los efectos de estas hormonas de la atracción y toda la locura de la pasión se desvanece gradualmente, la fase de atracción no dura para siempre.
Si seguimos con esa persona, comienza entonces una segunda fase que podemos denominar de pertenencia, dando paso a un amor más tranquilo. Se trata de un sentimiento de seguridad, comodidad y paz. Dicho estado está asociado a otra DUCHA QUÍMICA. En este caso son las endorfinas -compuestos químicos naturales de estructura similar a la de la morfina- los que dan la sensación común de seguridad comenzando una nueva etapa, la del apego. Por ello se sufre tanto al perder al ser querido, dejamos de recibir la dosis diaria de narcóticos.
Este era el camino “bonito”. Pero si la cosa no funciona bien durante la fase “amor” la pareja, tras la bajada de “endorfinas del amor”, se sentirá cada vez menos enamorada y por ahí llegará la insatisfacción, la frustración, separación e incluso el odio.
Pero, lo que quiero decir es que el ser humano se caracteriza por ir siempre en busca de la perfección, o más bien del progreso y mejora de lo que tiene o quiere conseguir.
Con lo cual, es muy probable que a lo largo de su vida encuentre (o busque, depende de cómo vaya la relación) una persona más afín a ella y volver (con esta nueva) al punto inicial del enamoramiento. Es un ciclo sin fin (cómo me marcó el Rey León...).
No podemos decir: "De esta agua no beberé", porque es como el que quiere dejar de fumar o no beber alcohol: es casi imposible que en toda tu puñetera vida no sientas curiosidad por cómo sería tu vida estando con otra persona.